Hoy en día es muy fácil observar la promoción de pastillas anticonceptivas entre adolescentes y jóvenes ante la premisa “es mejor cuidarse” o “ser responsable de tu sexualidad”. Sin embargo, estas campañas engañosas esconden o hacen parecer inofensivos el consumo de hormonas para evitar embarazos adolescentes. Parte de la educación sexual integral (ESI) promueve explícitamente tener relaciones sexuales sin escrúpulos, donde quieras, cuando quieras, con quien tú quieras; ignorando el hecho de que la educación, en sí misma, debe formar el carácter, autoconocimiento y voluntad de las personas.
Hacer como si no pasara nada al tener relaciones, pues se está tomando anticonceptivos, y si falla existe la postday, y si falla existe el aborto. Actuar de esta manera es crear la falsa ilusión de que no existen consecuencias ante nuestro actos, incluso aunque afectemos a terceros o nuestra propia salud sin darnos cuenta. Si quieres conocer más sobre los efectos secundarios te invitamos a leer el artículo
Parte de educar es formar en el conocimiento y la habilidad de discernir al momento de tomar decisiones. ¿Sabes la diferencia entre anticonceptivo y abortivo? En el post del día de hoy te explicamos más a fondo.
Seamos mujeres y hombres libres y conscientes de nuestra sexualidad, siempre responsables de las acciones que realizamos. El mundo querrá vendernos todo bajo la apariencia de perfecto, pero es nuestro trabajo informarnos y transformarnos para Regresar al Amor.
